Carlin intranquilo

 Acabe con todo a mi alrededor, para un guerrero experimentado como yo no fue un trabajo tan forzoso. Al examinar el cuarto, encontré varios cofres donde obtuve una buena recompensa. Y así cargado de un buen profit salí de la sala y me dirigí a la salida de ese lugar.

No sé realmente cómo, pero parecía que mis pies sabían la salida de ese lugar. Como si estuviera guiado por algo o alguien.

Una vez fuera, recordé cuál era mi misión principal… Debía ir con el Rey a entregarle estos escritos y decirle lo que había descubierto en la isla.

Además de los libros que pude leer dentro de la librería, también me traje otros los cuales no había podido ojear.

Después de mi pequeño encuentro con las banshees me dispuse a descansar en la taberna de Carlin, sirve de paso que escucho a ver si alguien más sabe sobre esto. 

Una vez allí, mientras bebía mi cerveza bien fría y comía unos muslos de pollo me percate que había un ambiente raro, tenso cuando la joven mesera vino a servirme otro jarro de cerveza le pregunté:

- Joven ¿A qué se debe este extraño ambiente en la taberna?

La joven con una expresión de asombro y en susurro me dijo

- Dicen las malas lenguas, mi señor, que andan desapareciendo personas en la ciudad. No se sabe quién es el culpable de dichas desapariciones. Lo que sí se sabe es que no están haciendo distinciones ni de género ni de edad. 

Si observa el cartel, se ofrece una recompensa por la cabeza del maleante, incluso si pregunta, nadie sabe nada.

- Humm… Un maleante eh, ¿De cuanto es la recompensa por su cabeza?
- Se dice que la recompensa sobrepasa los 500mil 
- Se escucha suculento, y dime mujer, ¿Se sabe alguna información adicional de su modus operandi?  
- Hasta aquí es lo que yo sé, mi señor. Si desea saber más deberá preguntar en otro lugar

Decidido a capturar al o los rufianes que traían esta ciudad en penumbra, me dirigí con el buen Rashid, un mercader que ronda todas las ciudades. Estaba seguro que no debe existir información que éste no conozca, y ya de paso verificaría si la información del rey era verídica o no.

- Hombre, Rashid, ¿Cómo estás? Tanto tiempo sin vernos

Rashid es un hombre un poco desconfiado, pero a su vez un buen negociante. Estaba seguro que me pediría algo a cambio de información, así que estaba dispuesto a ofrecerle todo el Loot que había sacado de las Banshees, incluida la recompensa. 

- Ragnar mi viejo amigo, ¿Qué te trae por esta ciudad? Hasta donde sé estabas de ermitaño en tu propia casa. 

- JAJAJAJA, claro que sí, me aburrí de tanta soledad así quería pasar por Carlin en busca de diversión y me encuentro que la ciudad está en penumbra, ¿Sabes algo al respecto?

- Algo sé si, pero es muy complicado de explicar. Ya sabes…
- Casi se me olvida, tengo algo que darte

Saque mi loot y lo coloque encima de la mesa

- Quisiera oír eso tan complicado de explicar…