Similar a la expansión de The First Dragon, que se lleva a cabo desde mediados de enero hasta mediados de febrero, este es también un contenido de juego temporal, pero que se repite anualmente.
Los tibianos son, en el mejor de los casos, ignorantes, ya que ni saben de la existencia de la reina de hielo ni de su reino congelado ni pueden comprender lo que estamos pasando durante este tiempo. ¿Pero quién puede culparlos? La mayoría de nosotros ni siquiera podemos entenderlo nosotros mismos.
Somos seres espirituales que vivimos una vida en secreto. Que yo sepa, ningún tibiano nos ha visto nunca, preferimos dejar que nuestras acciones hablen por sí mismas.
A lo largo de los años, los tibianos nos han llamado por muchos nombres: dependiendo de si habíamos visto nuestras acciones como positivas o negativas, nos llamaron brownies, duendes o también hadas. Sin embargo, confundirnos con tales criaturas no nos importa, no estamos interesados en tales lapidarios triviales. A diferencia de mis compañeros más jóvenes, he completado la transformación muchas veces, pero aún sigo sufriendo una agonía indescriptible cuando la escarcha comienza a poseer mi cuerpo, le da forma y estructura, y corren escalofríos por mi columna vertebral recién formada. Es insoportable.
No solo nos hacemos visibles, no, la escarcha tampoco se detiene en nuestra mente. Este impulso por el frío, el odio creciente por el calor, simplemente cedes y pierdes el control. Especialmente los más jóvenes entre nosotros, los llamamos perchts, caemos en una rabia sin sentido que contribuye todo lo que tienen a la bruja congelada.
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