Al principio pensó que uno de sus compañeros había clavado su última cerveza en el bar de Frodo para reír por un rato, o que alguna hechicera malvada le había lanzado un hechizo, pero había una cosa de la que estaba seguro, esto no era parte de su imaginación. La piedra, el árbol, esos animales, todos le hablaban en lenguaje humano, pero Tibicus no podía creer lo que tenían que decir.
Era el druida, Gerimor era su nombre, quién le había revelado el alarmante secreto sobre la existencia de los cultos encubiertos en todo Tibia. ¡Cultistas con malas intenciones, algunos de ellos ni siquiera humanos, adorando dioses y promesas falsas!
Difieren en ideología y metas y no son conscientes de la existencia del otro. ¡Es el momento oportuno para infiltrarse en su círculo íntimo y detener sus siniestros planes! Porque, sea lo que sea que estén tramando, habrán consecuencias fatales para todos los habitantes de Tibia si tuvieran éxito.
¡Reúne a todos los forajidos, sinvergüenzas y bandidos! ¡Te trataron como un marginado por el tiempo suficiente! ¡Tú estás sediento de oro, riqueza y poder! ¡Y lo tendrás todo!
¡Estás solo en este mundo! ¡Todos y cada uno que conspira contra ti! ¡Mátalos! !Mátalos a todos! ¡Dejen de lado su vida terrenal sin valor y busquen la salvación!
¡La vida es preciosa, demasiado preciosa para desvanecerse como la arena que se desliza a través de tus dedos! Verde ... !el verde es la esperanza! ¡Evita que la arena se resbale! !Forzarlo a permanecer en su lugar!
¡Tibicus tuvo que investigar estos rumores! Pero ¿y si todo resulta ser cierto y hay conspiradores entre la población tibiana? Entonces, ¿en quién puede seguir confiando? ¿Quiénes son los líderes detrás de los cultos y cómo lograron ocultarse en la oscuridad durante tanto tiempo?
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